La Carta de la Tierra es una síntesis de valores, principios y aspiraciones que son ampliamente compartidos por un número creciente de hombres y mujeres en todas las regiones del mundo. Los principios de la Carta de la Tierra reflejan una extensa consulta internacional. Estos principios están cimentados también en la ciencia contemporánea y la ley internacional, así como en las bases de la filosofía y ética de cuidado. Varios borradores de la Carta de la Tierra fueron circulados alrededor del mundo para su comentario y debate por parte de organizaciones no-gubernamentales, grupos comunitarios, sociedades profesionales y expertos internacionales en varios campos.
La idea de formalizar el Derecho Humano a la Paz surgió en los años noventa, aunque las referencias al derecho de la comunidad de la vida de vivir en paz empiezan desarrollarse desde la Segunda Guerra Mundial. En el Informe del Director General de UNESCO sobre el Derecho Humano a la Paz, publicado en octubre de 1997, se reconocen los “estrechos vínculos que existen entre los derechos humanos y la paz, reconocidos y formulados en el Preámbulo y los Artículos 1 y 55 de la Carta de las Naciones Unidas, la Constitución de la UNESCO, el Preámbulo y el Artículo 28 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como en otros instrumentos relativos a los derechos humanos adoptados por las Naciones Unidas.
En unos momentos en que la civilización occidental, aunque no sólo ella, mostraba su poder y su control tecnológico en un amplio rango de áreas, desde la espacial a la telemática, pasando por la industrial, energética o militar, emerge un virus que paraliza el mundo, retornándole a épocas que creíamos superadas, como cuando el azote de las epidemias diezmaban a la población en el Medievo.
Más que nunca, en un momento en la que la mayoría de las escuelas de todo el mundo están cerradas y debemos quedarnos en casa, podemos usar el poder de la lectura para combatir el aislamiento, estrechar los vínculos entre las personas, expandir nuestros horizontes, a la vez que estimulamos nuestras mentes y nuestra creatividad.
Durante el mes de abril y durante todo el año, es fundamental tomarse el tiempo para leer solo o con los niños. Es un motivo para celebrar la importancia de la lectura, fomentar el crecimiento de los niños y niñas como lectores y promover el amor a la literatura.
La enfermedad por coronavirus COVID-19 es una nueva infección aguda emergente que ha alcanzado rápidamente graves proporciones pandémicas que requieren una reflexión y respuesta bioética global. Los muchos problemas éticos que surgen requieren dejar a un lado las diferencias y reflexionar colectivamente sobre soluciones éticamente aceptables. Una perspectiva desde la bioética y la ética de la ciencia y la tecnología, enraizadas en los derechos humanos, debería desempeñar un papel clave en el contexto de esta pandemia desafiante.
Nacido en 1925 en Granada (Nicaragua), en el seno de una familia acomodada, inició sus estudios en Managua para continuarlos, más tarde, en México y Nueva York. A lo largo de su vida desarrolló una amplia actividad como escritor, poeta, teólogo, artista y político.
El Cuarto Real de Santo Domingo ha albergado este 10 de febrero un nuevo encuentro de trabajo acerca de la candidatura granadina a Capital Europea de la Cultura en el horizonte 2031, una sesión en la que los ponentes han abordado las ventajas, obligaciones e implicaciones que tiene el hecho de que la Alhambra y el Albaicín tengan la declaración de Patrimonio Mundial por la Unesco y que la ciudad forme parte de la Red de Ciudades Creativas de la Unesco como Ciudad de la Lietratura.
Representantes de la Diputación de Granada, a través del área de Bienestar Social, Centro UNESCO Andalucía, el Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada, la Fundación Secretariado Gitano, la Federación Andaluza Arco Iris y la Unión de Comunidades Islámicas de Andalucía, han suscrito este acuerdo que da cumplimiento a una declaración institucional aprobada en el pleno provincial en mayo de este año.
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